domingo, 14 de junio de 2009

Concepto de Discapacidad Intelectual

En la Edad Media, es donde se crean hospitales y orfanatos para procurar una asistencia a aquellos niños con discapacidad, pero aún así se tenían concepciones que hablaban de brujerías y castigos del Dios, cuando nacía un niño con Discapacidad Intelectual. Es ya en el siglo XX cuando comienza un extraordinario desarrollo en todos los aspectos del “retraso mental”. Fue como en ese contexto se trataba de clasificar a aquellos sujetos discapacitados mental e intelectual, es así como el Test de inteligencia de STANFORD-BINET, fue bastante útil en el sentido de las clasificaciones de la enfermedad hasta hace pocos años. Este test establecía las siguientes clasificaciones dependiendo del Coeficiente Intelectual (C.I) de cada sujeto: Por encima de 140, genio o casi genio, 120 — 140, inteligencia muy superior, 110 — 120, inteligencia superior, 90 -110, inteligencia media o normal, 80 — 90, inteligencia torpe, rara vez clasificada como debilidad mental, 50-70, moronismo (término introducido en 1910 por La Asociación Americana de la Deficiencia Mental, 20 ó 25 — 50, imbecilidad, Por debajo de 20 ó 25, idiocia (Terman; 1916). Se establecen cinco niveles e intervalos de C. I. basados en las normas de STANFORD - BINET: - Límite (C. I. 83 — 67>), -leve (C. I. 66 — 50), -mediano (C. I. 49 - 33), -grave (C. I. 32 — 16), -profundo (C. I. menor de 16) (González, 1992).

Así, en un inicio la atención a los sujetos que padecían “Discapacidad Intelectual”, se enfocaba en la incorporación de los alumnos con necesidades educativas especiales (N.E.E) en relación con la escuela común. Tras estas concepciones se trató de reorientar el sistema hacia la educación inclusiva centrado especialmente en los problemas y necesidades de los alumnos (Verdugo, 2003).

La definición de retraso mental hecha por la Asociación Americana sobre Retraso Mental (A.A.R.M 2002), refleja los avances que la investigación y la práctica profesional van aportando con el paso de los años. De la primera versión del 1992, se mantiene el concepto, es decir el concepto de Retraso Mental, la orientación funcional y los criterios de diagnóstico (Verdugo,2003). Una de las modificaciones del modelo del año 2002 que se realizó al del 1992, considera la ampliación de la dimensión de clasificación y especificación de la “Discapacidad Intelectual”, a la vez considera una mayor precisión en la medición de la inteligencia y en la conducta adaptativa (Verdugo, 2003). La definición actual se basa principalmente en aquellas limitaciones significativas en lo que respecta al funcionamiento intelectual y a la conducta adaptativa, así como se ha manifestado en habilidades prácticas, sociales y conceptuales. Así mismos se establece que esta discapacidad comienza antes de los 18 años (Luckasson y Cols, 2002 en Verdugo, 2003).

Así la definición actual, propone un modelo multidimensional de la Discapacidad Intelectual, que considera 5 aspectos, la primera dimensión considera las Habilidades Intelectuales, que incluye diferentes capacidades cognitivas como el razonamiento, la planificación, la solución de problemas, pensar de manera abstracta, aprender con rapidez, etc. Esta dimensión considera al Coeficiente Intelectual como la mejor representación del funcionamiento intelectual. La segunda dimensión es la conducta adaptativa, se refiere al conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas, que son aprendidas por las personas para funcionar en su vida diaria. La tercera dimensión, considera la participación, interacción y roles sociales. La cuarta dimensión, considera la salud: física, mental y factores etiológicos. Esta dimensión se basa principalmente en cuatro categorías de factores de riesgo, estas son: biomédico, social, comportamental y educativo. La quinta dimensión considera el contexto (ambientes y cultura), y se refiere a las condiciones interrelacionales en las que cada persona vive diariamente (Gobierno de Chile, Ministerio de Educación; 2007).

Etiología

  • Condiciones genéticas: A veces la Discapacidad Intelectual es causado por genes anormales heredado de los padres, errores cuando los genes se combinan, u otras razones. Algunos ejemplos de condiciones genéticas incluyen Síndrome de Down, síndrome frágil X, y phenylketonuria (PKU) (Deutsh, 2003).
  • Problemas durante el embarazo: La Discapacidad Intelectual, puede resultar cuando el bebé no se desarrolla apropiadamente dentro de su madre. Por ejemplo, puede haber un problema con la manera en la cual se dividen sus células durante su crecimiento. Una mujer que bebe alcohol o que contrae una infección como rubéola durante su embarazo puede también tener un bebé con Discapacidad Intelectual (Deutsh, 2003).
  • Problemas al nacer: Si el bebé tiene problemas durante el parto, como, por ejemplo, si no está recibiendo suficiente oxígeno, él o ella podría tener Discapacidad Intelectual (Deutsh, 2003).
  • Problemas de la salud: Algunas enfermedades tales como tos convulsiva, varicela, o meningitis pueden causar Discapacidad Intelectual o también puede ser causado por mal nutrición extrema (por no comer bien), no recibir suficiente cuidado médico, o por ser expuesto a venenos como plomo o mercurio (Deutsh, 2003).
  • La Discapacidad Intelectual no es una enfermedad mental, como la depresión. No se lo puede contraer de otras personas ni tampoco hay una cura. Sin embargo, la mayoría de los niños con Discapacidad Intelectual pueden aprender a hacer muchas cosas, sólo les toma más tiempo y esfuerzo que a los otros niños (Deutsh, 2003).

Grados de afectación de la Discapacidad Intelectual características de cada grupo

Las distintas clasificaciones existentes en el terreno escolar, se apoyan única y exclusivamente en el grado o nivel de inteligencia, definido por el cociente intelectual (C.I) obtenido mediante una batería de pruebas de inteligencia que se le aplica al sujeto. Lo importante no radica en la categorización del sujeto con Discapacidad Intelectual, si no en las potencialidades que presenta el sujeto dentro de su grupo (Organización Mundial de la Salud; 2004 en Espacio Logopédico; 2007).

La clasificación psicopedagógica de la Discapacidad Intelectual propuesta por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S), se basa en cincos tipos, las cuales poseen características referidas a funciones y capacidades que poseen los sujetos deficientes mentales (Stefanini, 2004).

  • Discapacidad Intelectual límite: Su Coeficiente Intelectual está entre 68-85. En la realidad cuesta catalogarlos como Discapacitados Intelectuales, ya que son personas con muchas posibilidades, que manifiestan un retraso en el aprendizaje o alguna dificultad concreta de aprendizaje (Stefanini, 2004).
  • Discapacidad Intelectual ligera: Su Coeficiente Intelectual está entre 52-68. Pueden desarrollar habilidades sociales y de comunicación y, tienen capacidad para adaptarse e integrarse en el mundo laboral. Presentan un retraso mínimo en las áreas perceptivas y motoras (Stefanini, 2004).
  • Discapacidad Intelectual moderada o media: Su Coeficiente Intelectual se sitúa entre 36-51. Pueden adquirir hábitos de autonomía personal y social. Pueden aprender a comunicarse mediante el lenguaje oral pero presentan con bastante frecuencia dificultades en la expresión oral y en la comprensión de los convencionalismos sociales (Stefanini, 2004).
  • Discapacidad Intelectual severa: Su Coeficiente Intelectual se sitúa entre 20-35. Generalmente necesitan protección o ayuda ya que su nivel de autonomía tanto social como personal es muy pobre. Suelen presentar un importante deterioro psicomotor (Stefanini, 2004).
  • Discapacidad Intelectual profunda: Su Coeficiente Intelectual es inferior a 20. Presentan un grave deterioro en los aspectos sensorio-motrices y de comunicación con el medio (Stefanini, 2004).

Caracterización psicológica (cognitiva)

La Discapacidad Intelectual ligera, cuando llega a su máximo desarrollo intelectual, no posee las operaciones formales (abstractas) de la mente, pero tiene capacidad para la lógica concreta. Puede desarrollar un lenguaje completo en cuanto a la complejidad morfosintáctica y asimilar los contenidos de los 4-5 primeros cursos de enseñanza primaria incluyendo lectoescritura y cálculo básico, aunque a un ritmo lento y necesitando apoyo suplementario; llega a ejercer un oficio u ocupación en el que no tenga que tomar decisiones que impliquen abstracción a manejar instrumental complejo; tiene sentido de la regla. El Discapacitado Intelectual moderado, además de mostrar incapacidad para el pensamiento abstracto, tampoco ha asimilado las operaciones lógicas concretas, por lo que sus logros académicos suelen quedar a nivel pre-escolar; desarrolla un nivel de lenguaje apto para situaciones sociales comunes y puede aprender a desarrollar trabajos manuales. El Discapacitado Intelectual severo no llega a asimilar los esquemas mentales preoperatorios (fantasía, juego argumental, comprensión de relatos); actúa con esquemas circulares, rutinarios; puede usar un lenguaje con vocabulario y sintaxis elementales. El Discapacitado Intelectual profundo no llega a comprender el desarrollo correspondiente al período sensorio-motor; su máximo desarrollo intelectual no suele superar lo equivalente a dos años; bastantes casos no llegan a desarrollar el más elemental lenguaje por carecer de los prerrequisitos simbólicos de permanencia de objeto, medio-fin, etc. (Narbona, 2005).

Caracterización psicológica (afectivo)

Los sujetos que poseen Discapacidad Intelectual presentan en cuanto a su personalidad, diferencias individuales, aunque son características comunes sus estados de agitación o cólera súbdita, alterando con la inhibición y los cambios e inesperados del estado de ánimo. Socialmente se manejan con dificultades aunque en un grupo estructurado pueden desenvolverse con cierta autonomía, estos dependen de apoyos basados específicamente en los tiempos de transición, por lo que requieren de apoyos específicos. Estos apoyos son cuidados personales, apoyo familiar, prestamos financieros, subsidios, etc. Pero aún así lo más importante son los apoyos que las familias requieren día a día, ella es la que entrega las conexiones sustanciales para la adaptación misma del minusválido a la vida diaria. Las familias ven reducido su trabajo cuando actúan los profesores, pero cuando estos han terminado su escolarización, son las familias propiamente tal, quienes asumen la responsabilidad del cuidado y protección del niño con discapacidad intelectual (Deutsh, 2003). Pero como es sabido, los padres son aquellas personas encargadas desde el principio hasta el final de las necesidades de los niños con discapacidad intelectual, son ellos quienes permanecen en función de estos, alterando muchas veces su matrimonio, debido al requerimiento de tiempo (Willoughby & Glidden, 1995 en Deutsh, 2003).


Relaciones entre un niño con deficiencia mental y sus hermanos: El impacto de un niño o joven deficiente mental sobre sus hermanos normales depende del clima social familiar y de las relaciones entre los padres y dicho hijo deficiente. Cuando se da una buena relación entre estos, no suelen existir problemas entre los hermanos (Molina, 2002).


La presencia de un hijo mentalmente retardado, pueden reducir la extensión y alterar la calidad del tiempo disponible para relacionarse con los otros niños de la familia. Frecuentemente se piensa que los efectos sobre los hermanos de la presencia de un niño con retardo mental son paralelos a los efectos que sufren los padres. Es decir, cuando los padres son capaces de manejar eficazmente la presencia de su hijo retardado mental en la familia, los hermanos normales también lo son (West, 1986 en Molina, 2002).


Respecto a estos aspectos las investigaciones han señalado las siguientes conclusiones: Las actitudes de los hermanos y hermanas son muy frecuentes el reflejo de las reacciones de los padres (Molina, 2002). Muchos hermanos y hermanas reaccionan muy mal a lo que creen que es un abandono afectivo de los padres hacia ellos (Molina, 2002).

Sexualidad:


En lo que respecta a las relaciones amorosas de los niños y jóvenes que poseen algún tipo de discapacidad intelectual, se considera importante educar sexualmente a aquellos niños. Esto se debe a que principalmente ellos poseen intereses, aportaciones y deseos, tienen necesidades de establecer vínculos, tienen ilusiones, etc. al igual que un joven sin Discapacidad Intelectual. Aquellos niños o jóvenes con Discapacidad Intelectual pasan por las mismas emociones que los jóvenes sin dificultades, por lo que estos pasan por aquellos cambios fisiológicos y emocionales al igual que los niños comunes (Gobierno de Chile, Ministerio de Educación; 2007).


El ámbito sexual de los niños y jóvenes con Discapacidad Intelectual se ve bastante limitado, ya que presentan oportunidades de socialización más escasas, y contactos sociales reducidos. Son sujetos que tienen dificultades para tomas decisiones por sí mismos y poseen un grado de dependencia hacia sus padres. Son aquellos precisamente los que no les permiten su separación emocional y hacen de este un proceso más dificultoso. Por otra parte, son sujetos que se ven expuestos y vulnerables a diferentes tipos de explotación o abusos, por lo que se genera una desconfianza por parte de las familias para que estos sujetos tengan una vida de pareja y así mismo sexual comunes. Es así como, la educación sexual en estos niños tiene como objetivo, asegurar que los niños y jóvenes que poseen Discapacidad Intelectual estén protegidos a los riesgos asociados a la actividad sexual en sí. Para ello es necesario que estos niños y jóvenes adquieran los conocimientos posibles y desarrollen actitudes de respeto y de tolerancia hacia las manifestaciones sexuales propias y la de los otros (Gobierno de Chile, Ministerio de Educación; 2007).

Caracterización Lingüística

El desarrollo evolutivo del niño o de la niña con Discapacidad Intelectual suele presentar una serie de disfunciones que repercuten en la adquisición y desarrollo de su lenguaje. Aunque generalmente podría admitirse que los niños/as con Discapacidad Intelectual presentan alteraciones en su lenguaje, algunos deficientes usan un lenguaje fluido, estructurado sintácticamente y con riqueza léxica (Gallardo, 2000).

Las principales dificultades en el lenguaje del Discapacitado Intelectual son, por lo que respecta al contenido, problemas en la adquisición de vocabulario nuevo y en la comprensión de conceptos abstractos, así como dificultades en el procesamiento semántico de frases tanto en la codificación como en la decodificación. En cuanto a la forma son reseñables problemas articulatorios, dificultades en la discriminación de sonidos y fonemas, complicaciones a la hora de adquirir reglas gramaticales y en la comprensión de secuencias verbales. Por lo que se refiere al uso, se observa una falta de iniciativa en las interacciones verbales, dificultades en la expresión de necesidad y poca o ninguna capacidad de generalización de los aprendizajes a otros contextos (Gallardo, 2000).

Las relaciones existentes entre el desarrollo cognitivo y el desarrollo lingüístico parece muy estrechas y funcionan de forma recíproca. Las limitaciones del desarrollo cognitivo y las alteraciones de su ritmo evolutivo repercutirán en la adquisición del lenguaje. Los Discapacitados Intelectuales presentan dificultades cognitivas y de aprendizaje, al igual que en el resto de las funciones superiores y en la totalidad de los aprendizajes abstractos; estas dificultades tienen incidencia directa tanto en la competencia general del individuo como en su lenguaje (Gallardo, 2000).


El sujeto con Discapacidad Intelectual, de acuerdo al DSM-IV, en cualquiera de sus tipos: Leve, Moderado, Grave, Profundo y no especificado, suele presentar una serie de disfunciones que repercuten en la adquisición y desarrollo de su lenguaje. Si bien, alguno sujetos logran desarrollar un buen dominio del lenguaje, existen situaciones de aparente buen lenguaje, que suelen ser producto de influencias externas al sujeto, es así como estaríamos frente a sujetos que poseen una engañosa fluidez verbal que no es eficaz al momento de realizar un análisis del lenguaje, por tanto nos enfrentaríamos a una ilusión de literacidad y no a un conocimiento del lenguaje que dispone de los múltiples recursos lingüísticos y la capacidad de acceder conscientemente a su propio conocimiento lingüístico (Ravid et al; 2002).

Características de aprendizaje escolar

En el aprendizaje escolar, la escolarización de los niños con Discapacidad Intelectual esta basado en la educación especial con integración en los colegios ordinarios donde se supone que no son capaces de seguir regularmente las exigencias impuestas por el currículo ordinario, estos son ubicados en aulas especialmente diseñadas para ellos dentro del recinto de los colegios ordinarios, permitiéndoles a estos niños compartir experiencias con los niños normales ya sea en el recreo, en el comedor, en las actividades de tiempo libre. Estas aulas estas estaban diseñadas para recibir a los alumnos Discapacitados Intelectualmente de tipo ligero y medio, convirtiéndose en una aula en donde asistían todos aquellos alumnos que por distintas circunstancias, eran considerados por los profesores como no aptos para estar en una aula normal, convirtiéndose en un lugar agradable por su decoración y disponibilidad de recursos, a donde asisten todos los alumnos del colegio (Molina, 2002).

En las intervenciones educativas realizadas en niños con Discapacidad Intelectual se debe comenzar a edad muy temprana. Las experiencias pre-escolares, son la base del desarrollo futuro de las habilidades que el niño utilizará en su vida entera. Generalmente los alumnos que continúan en la educación escolar (básica), son niños que poseen alguna discapacidad menor, por lo que a estos niños se les incluye en las aulas regulares de educación.


Los niños con Discapacidad Intelectual, son capaces de aprender aquellas habilidades que le son enseñadas, por ello se hace necesario que los contenidos que se enseñan en el currículo funcional pasen a un currículo escolar del niño, ya que aquellos aspectos del currículo funcional no se enseñan en el aula. En base a lo anterior, existe un currículo funcional, este se basa en el aprendizaje de las habilidades de la vida, donde se da respuestas a las necesidades de aquel niño que posee N.E.E con una conducta adaptativa. Este currículo prepara principalmente a los niños Discapacitados Intelectualmente para su adaptación diaria y para su adaptación luego de su graduación. La adaptación del currículo común, se puede aplicar en un niño con Discapacidad Intelectual, modificando o adaptando simples materias escolares como lo es la lectura, escritura, matemática (Deutsh, 2003).